«I don´t need a space to create a landscape.»

My artistic practice is situated at the intersection between photography, history, and nature. In this convergence, I propose the photographic landscape as the relationship between the body and spacetime. Influenced by the feeling of non-belonging inherited through the uprooting and mobility of my lineage, in my desire to belong, the camera not only operates as a technological and political apparatus. It is also an extension of my senses, of my gaze, which seeks a territory and, at the same time, questions this concept. I began my practice by photographing surfaces, and now I dig into the image in a «de/re/construction» of photography, dismantling the imposed representations of nature and history. I examine how the photographic apparatus, originating from industrialization and modernity to fix and dominate through technical images, has been used as a tool for extractivism, colonial and capitalist domination. I inhabit the question: How to create without exhausting (myself), neither the body nor the territory? I work from the tension between creating and consuming, between being part of the problem and the solution, but that contradiction is my systole.

In my installations, I combine photography, microscopic images, blow-ups, collage, video, sound, visual archives, digital images, and artificial intelligence. I work from the conception of the image, from the light of the universe that touches the photosensitive surface to its digital encoding. I also produce from what is discarded, where photography ceases to be a technical document to become residue, process, and mutation. I conceive the archive as that which is stored from the immediate past to the origins of the universe. More than informing, I am interested in proposing art as a means to speculate and explore diverse ways of relating to knowledge.

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«No necesito un espacio para crear un paisaje»

Mi práctica artística se sitúa en la intersección entre la fotografía, la historia y la naturaleza. En esta convergencia, planteo el paisaje fotográfico como la relación entre el cuerpo y el espaciotiempo. Influenciada por la sensación de no pertenencia heredada del desarraigo y la movilidad de mi linaje, en mi afán de pertenecer, la cámara no solo opera como aparato tecnológico y político. Es también como extensión de mis sentidos, de mi mirada, que busca un territorio y, a su vez, cuestiona este concepto. Empecé mi práctica fotografiando superficies y ahora excavo la imagen en una «de/re/construcción» de la fotografía, desmontando las representaciones impuestas de la naturaleza y la historia. Examino cómo el aparato fotográfico, originario de la industrialización y la modernidad para fijar y dominar por medio de las imágenes técnicas, ha sido utilizado como herramienta de extractivismo, dominio colonial y capitalista.  Hábito en la pregunta: ¿Cómo crear sin agotar(me), ni el cuerpo ni el territorio? Trabajo desde la tensión entre crear y consumir, entre ser parte del problema y la solución, pero esa contradicción es mi sístole.

En mis instalaciones combino fotografía, imagen microscópica, blow-ups, collage, video, sonido, archivos visuales, imágenes digitales e inteligencia artificial. Trabajo desde la concepción de la imagen, desde la luz del universo que toca el soporte fotosensible hasta su codificación digital. También produzco a partir de lo descartado, donde la fotografía deja de ser documento técnico para volverse residuo, proceso y mutación. Concibo el archivo como lo que se almacena desde el pasado inmediato hasta los orígenes del universo. Más que informar, me interesa plantear el arte como un medio para especular y explorar diversas formas de relacionarnos con el conocimiento.